En la calle Marqués de Falces, las puertas del inmueble nº5 han sido tapiadas. Así, el edificio retorna al reino del olvido y del abandono que lo conduce a la inutilidad.
Mientras tanto, en calle Damasqueros, tras semanas de trabajo para la rehabilitación del nuevo espacio, el centro social empieza a reanudar algunos de los talleres y actividades que le dan vida.
En el tiempo en el que ha durado este tránsito, se han sucedido las discusiones en cuanto a la evaluación y la gestión del trabajo ya hecho, del que estamos haciendo y del que proyectamos.
Turbio universo que sacude errores y logros, que rememora acciones y pensamientos, que refleja carencias y excedencias.
Sin embargo, si algo puede tener carencias, si puede ser criticado y mejorado, es que existe, que es fruto, que es real.
Es esta última, la realidad, la que entendemos como un proceso de cambio constante, de aprendizaje, de crecimiento. Y es en este punto, en el que la absurdidad de los ladrillos que tapian la puerta de la antigua fábrica reluce con más fuerza.
¿alguien cree que una pared nos acallará las voces?
... en cada desalojo, nosotras nos llevamos nuestros sueños a otra de vuestras ruinas, y así hasta que sólo queden sueños y ya no queden ruinas....
del derecho a caminas descalzas
lunes, 10 de marzo de 2008
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